lunes, 14 de abril de 2014

Fumando parches de fentanilo... reduce riesgos!! Guía con fotos


Esta es la segunda parte del anterior post, que por razones de tamaño no entraba bien si no se dividía.
Espero que sea un manual de reducción de riesgos que resulte útil, en el manejo del fentanilo o de otras sustancias similares.

Espero que os guste.




GUÍA DE REDUCCIÓN DE RIESGOS
EN EL CONSUMO RECREATIVO
DE PARCHES DE FENTANILO


1- Lee y busca información sobre la sustancia, el producto concreto que tienes y certifícala mediante análisis si te es posible: busca todo lo existente al respecto, dosis, interacciones, efectos secundarios y las experiencias de otros que hayan descrito los efectos de la sustancia. Lee en muchas y distintas fuentes hasta poder hacerte con una idea que no esté influida sólo por una persona o grupo. Sé crítico en esa selección de información y conservador a la hora de aplicarla: siempre es preferible pecar de menos que de más cuando se trata de opioides.



Parche de 25 microgramos/hora que 
contiene unos 4'1 miligramos de fentanilo.


Y si no tienes la certeza de que el compuesto es aquel que tú crees y en las dosis que tú crees, tomar un compuesto sin analizar es un acto con cierto grado de suicidio implícito o de desprecio a la vida por parte de quien lo realiza. Seguir vivo depende de que no tomes la cantidad equivocada de la droga que no debías, y eso sólo lo puedes hacer mediante los análisis que ofrecen grupos de reducción de riesgos en drogas como AiLaket! en muchas ocasiones (no hay muchos grupos así en el estado).



Diviendo el parche una vez, trozos de 2 aprox. miligramos cada uno.


En este caso con el fentanilo -no con otra molécula de la familia por muy parecida que sea- debes saber que la dosis mínima habitual es de unos 50 microgramos por vía IV o IM (inyección, para dolor agudo o inducción de sedación/analgesia) para un adulto aunque se usa también en pediatría a dosis mucho más bajas, por la proporción del peso y con la necesaria individualización de cada paciente a ese fármaco. Pero dosis más bajas son activas también. 

Los parches actuales de matriz plástica y adhesivo de fentanilo (la presentación que hemos comprado en Silk Road) vienen en dosificaciones de 12, 25, 50, 75 y 100 microgramos de liberación a la hora (entendidos como cantidad expresada en base libre, que con moléculas así de potentes tienen importancia esos detalles) cuando el parche se pone sobre la piel. La vida media del compuesto oscila entre 3 y más de 8 horas dependiendo de la bioquímica de cada uno, pero por norma general su efecto es más corto que el de otros opiáceos como la morfina o la semi-sintética heroína.



Un trozo de parche con 2 miligramos, 
una mitad con 1 miligramo 
y 3 trozos con 1/3 de miligramo 
o 333 microgramos aprox. de fentanilo


La liberación expresada en el parche es una medida sólo útil para quienes lo van a usar en su forma transdérmico, ya que quien vaya a usarlo de otra forma, ha de contar con cantidades distintas.

El parche es una superficie plástica impregnada que libera en proporción a la superficie del mismo y de piel que toca, pero en el parche no hay la cantidad exacta que debe liberar en 2 o 3 días de uso transdérmico sino mucha más, para que la liberación esos días sea un asunto constante y que no se vaya reduciendo a medida que pasan el tiempo que ha de funcionar.



Otro parche de 25 mcgs/h.


Lo cierto es que cada fabricante de parches de fentanilo hace sus parches con una cantidad distinta (no suelen variar demasiado pero es importante saberlo) en el total que pone en el producto.

En este caso, buscamos el prospecto del esta presentación y vemos que cada parche de 25 microgramos a la hora trae 4'12 miligramos en total y el de 50 microgramos a la hora trae el doble, un total de 8'25 miligramos.


Divisiones de 1/2 parche, 
1/4 de parche y 
3 trozos de 1/12 de 
parche de 25 mcgs/h.


El antídoto, es como en los demás opioides, la naloxona IV, IM o nebulizada ya que no es activa por vía oral. Y al tratar con una sustancia como esta es muy recomendable que esté a nuestro alcance en manos de una persona que tiene el material y la pericia técnica como para utilizarla en una emergencia mientras llama a una ambulancia (siempre se avisa a personal médico tras la administración de naloxona ya que su efecto se va en pocos minutos).


Un trozo de 1/4 de parche de 25 microgramos/h y otro de 1/12.




2- Busca el lugar, el momento y las personas adecuadas: algo imprescindible con todas las nuevas drogas que vayamos a probar. En función del tipo de droga, el efecto esperado, los riesgos asociados y un grado extra sobre incertidumbres que siempre pueden ocurrir, debemos buscar el grupo o la persona con quien la tomaremos. 

Nunca es bueno probar una droga por primera vez sin supervisión de otras personas con cierta experiencia o, al menos, con ciertos conocimientos para saber cómo reaccionar si hubiera un problema. 




Trozo de 333 microgramos totales 
de fentanilo en parche 
sobre papel de plata 
listo para ser fumado

Hay que encontrar al canguro o canguros que nos den confianza para hacerlo y que al mismo tiempo puedan tomar el control y actuar si lo vieran necesario, y eso lo podemos encontrar en nuestro grupo de confianza. La persona o personas que escojamos tienen que saber qué droga y en qué dosis la vamos a tomar y la mayor cantidad de información útil que pueda servirles para reaccionar ante un problema.



El mismo trozo que había pegado 
en la foto anterior, ya fumado.


Es normal que muchas personas no quieran decir a nadie que toman drogas, o ciertas drogas, pero el riesgo que se asume quien se ponga a experimentar con fentanilo sin una cierta supervisión hasta que pueda decir que conoce a fondo es muy alto. En el mejor de los casos no necesitaremos a nadie, es cierto. Pero en otros podremos necesitar una ambulancia. 

¿Cuánto valoras tu vida? Cuenta siempre con una persona que esté ejerciendo la función de control, por tu propio interés, hasta que sepas con qué te estás metiendo exactamente.



Parche de 50 microgramos/hora 
que es el doble de grande 
en superficie que el 
de 25 microgramos/hora


El lugar también tiene su importancia. Encuentra un sitio donde no puedas ser molestado, donde no estés accesible para otros que no saben -ni tienen por qué saber- si estás colocado o no, y donde no haya materiales con los que te puedas hacer daño cuando estés bajo el efecto de un droga psicoactiva. 

Es bueno que el sitio nos haga sentir cómodos porque eso influirá en la experiencia y cosas como poder contar con nuestra música o nuestro cómodo WC pueden tener una importancia especial en esos estados.



Trozos con distintas dosificaciones de parches de fentanilo.


El momento acaba siendo un acuerdo entre las opciones y las posibilidades. Pero de todas formas recuerda que aunque un momento parezca el perfecto para experimentar con una droga, hasta el último instante eres un adulto capaz de decidir no tomarla, sin que eso represente ningún problema. Si por la razón que sea no quieres hacerlo, sea el momento que sea, siempre puedes (y debes) parar.



Manejando un parche de 50 microgramos/hora de fentanilo


Elige en función de la hora, de las llamadas habituales al móvil (un problema que antes no existía) y de todas esas mismas variables que tendrías que mirar para elegir qué 4 o 5 horas puedes tomarte para desaparecer para el mundo. Haz que todo lo que no es la sustancia en sí misma, sea algo pensado para darte tranquilidad y hacerte sentir cómodo durante la experiencia.


3- Prepara el material y retira el que no deba estar cerca de ti: llegado el momento prepara el material que vayas a necesitar, como en este caso se va a fumar el fentanilo sobre plata necesitaremos pues papel de plata, mecheros, unas tijeras para cortar las dosis y poco más. En este punto cabe mencionar lo especialmente interesante que resulta tener unas tijeras de punta sin pico, que no puedan clavarse.



Cortando el de 50 microgramos a la mitad.


Al estar consumiendo opioides es normal quedarse cabeceando o dormitando bajo sus efectos, y si eso ocurre mientras tienes unas tijeras en las manos (porque estabas cortando algo, como un parche) y caes inconsciente sobre ellas, puedes desde que no pase nada a sacarte un ojo, metértelas por el cuello o seccionarte un vaso sanguíneo y morir en pocos instantes. 

Esto que parece un consejo menor no debe ser tomado a la ligera usando un anestésico: son frecuentes los accidentes debidos a que la persona que estaba bajo los efectos y consumiendo se queda dormida de pie y en mitad de una frase, con todo lo que ello puede implicar de catástrofe.



Medio parche de 50 microgramos/h que equivale a uno de 25 microgramos/h.


Consideraciones similares se podrían hacer a todo uso de elementos peligrosos, punzantes o cortantes, grandes bultos, explosivos, combustibles, cocinas y laboratorios, otras drogas y alcohol, benzos y agonistas GABA especialmente -drogas depresoras del SNC- ya que no van nada bien con los opioides, vehículos, etc. Bajo el efecto de drogas así, debemos tener lejos todo material peligroso, porque nada bueno puede salir de mezclar ambas cosas.




Sujetando un trozo de parche para extraer el fentanilo.


Es un buen consejo tratándose de tijeras y consumo de fentanilo tener ambas cosas en sitios separados. Las dosis se pueden preparar en un lugar previamente y consumirse en otro.

Fíjate unos límites previamente (una vez que empiezas es más difícil) y dáselos a conocer a quien está a tu cuidado, incluso pactándolos previamente, para que no te deje consumir más allá de lo planeado en un primer momento.




Raspando ligeramente 
la superficie pegajosa del parche 
se despega la mezcla que 
contiene el fentanilo.


4-Entrando en contacto con la sustancia: siempre que probemos una sustancia nueva, y con más motivo cuanto más nueva sea en su estructura química y menos características podamos inferir previamente de otras sustancias análogas, debemos hacer una prueba de alergia

Nadie sabe si es alérgico a una sustancia, el veneno de un animal o una comida hasta que no entra en contacto con el producto.


Esa linea más oscura 
que cruza el parche 
es el pegamento de fentanilo 
que vamos retirando


La alergia es una reacción por la que el producto que consumimos provoca en el cuerpo la liberación de una serie de mecanismos inmunitarios que, lejos de ayudarnos, pueden poner en peligro nuestra vida y, dependiendo de la severidad de la alergia y la cantidad de alérgeno, matarnos en pocos minutos si no contamos con remedios y material para actuar. Las alergias matan (independientemente de cuál sea el alérgeno) por un choque anafiláctico y colapso orgánico, si no se tratan adecuadamente y rápido por personal entrenado.




El pegamento de fentanilo extraído 
ya fuera del parche, 
con un color oscuro.


Para evitar tomar una dosis activa de una droga que no sabemos si puede resultar un alérgeno para nosotros, tomamos como prueba una dosis NO ACTIVA para ver cualquier tipo de reacción que indique una reacción alérgica. En este caso, como la presentación es la de un parche, cortaremos una dosis ínfima, algo así como un trozo de 1 milímetro por 1 milímetro de parche (milímetro, no centímetro) y lo pondremos adherido sobre nuestra piel. 



Esa bolita oscura contiene unos 2 miligramos de fentanilo.


La cantidad de sustancia que el parche de ese tamaño liberará en nuestro cuerpo es insuficiente para provocar un efecto debido a la droga en sí misma, por lo que un fuerte enrojecimiento e hinchazón de la zona donde pusiéramos el parche al cabo de un hora o así sería la mejor señal de que ese parche contiene un alérgeno para nosotros (que puede ser el principio activo o no serlo y ser un excipiente, pero el riesgo es el mismo para nuestra salud). 

Si tienes una respuesta positiva en una prueba de alergia a una droga o a una mezcla preparada, nunca puedes tomarla, porque supondrá tu muerte, con casi toda seguridad, ya que ingerirás una cantidad masiva de alérgeno al consumirla.



Fumando un trozo de pegamento de fentanilo sobre plata.


En caso de que la prueba de alergia no presente ninguna reacción, entenderemos que en principio no estamos ante un alérgeno peligroso para nosotros y podremos seguir adelante con nuestro experimento.


El trozo de pegamento de fentanilo, 
ya fumado sobre plata.


5- Rutas y formas de administración: para empezar dejar claro que, aunque es posible extraer el fentanilo y usarlo inyectado, no aconsejamos que nadie bajo ningún concepto pruebe a inyectarse a sí mismo, o a otros, fuera de unas instalaciones hospitalarias con el material y personal adecuado. 



Estirando un trozo de 
pegamento de fentanilo...
tiene consistencia, eh?


El fentanilo es un opioide tan potente que no se administra a quien no tiene una larga experiencia con otros opioides, y sus riesgos fuera de un hospital son más parecidos a los de un anestésico general que a los de un simple agonista opioide.



Otro foto de consumo de fentanilo fumado.


De la misma forma que no recomendamos que nadie use derivados del fentanilo inyectados, lo mismo aconsejaríamos de otras sustancias, como puede ser el propofol, que nada tienen que ver con esa familia química, cuyos riesgos en la administración fuera de hospital lo hacen inadmisible (para el público en general) como droga recreativa.



Un trozo de parche de fentanilo 
sujeto sobre esparadrapo 
para que sea más fácil 
retirarle el principio activo 
mediante el raspado suave.


Pregúntenle a Michael Jackson –y eso que contaba con material de emergencia y un médico para él solito- que ni sus precauciones y su riqueza fueron suficientes para salvarle de que se quedase dormido para siempre, entre los 'sueños eróticos del propofol'.





Extrayendo hasta el borde 
el pegamento de fentanilo 
de ese trozo de parche.


Descartada toda vía con jeringuillas, nos quedan dos posibles vías: la oral/bucal y la pulmonar/inhalada.

Como estamos hablando de parches farmacéuticos de fentanilo, es posible recortar un trozo de parche con una cantidad conocida de principio activo. 

La operación es una simple regla de tres con el total contenido en el parche, la superficie total y la cantidad que deseamos tomar que nos darán como resultado los milímetros cuadrados (si operamos en esa unidad de medida) que necesitamos tomar. 

Si no sabes lo que es una regla de tres, deja de leer esto, no te acerques a las droga y busca alguien que te enseñe aritmética básica.



En la punta de la navaja, 
el resultado con un euro al lado 
para ver su tamaño.


Si recortamos un trozo del parche para usarlo por la boca debemos recordar que el 85% del fentanilo se destruye al pasar por el hígado si lo tragamos, así que el objetivo es que la dosis que hayamos decidido tomar pase por nuestra mucosa bucal, sin ser tragada. 

Masticando el parche y dadas las condiciones del medio (la boca) el principio activo se liberará mucho más rápido que cuando está sobre la piel (por la saliva y el calor) y parte irá a nuestro estómago con la saliva y otra parte será absorbido por la mucosa.



Intentando cortar en trozos 
el pegamento de fentanilo extraído.


El principio es el mismo que el de un secante de fentanilo o de otro compuesto análogo, pero teniendo en cuenta que del parche, por cómo está hecho, tardará más en liberarse (como ocurre con las piruletas faramacéuticas de fentanilo). Sirva como referente que cuando se venden secantes en Silk Road, dicen contener 200 microgramos (sin análisis que lo certifique no se puede aseverar).
Puede servir como dosis inicial, pero seguramente la mitad también serviría.



El resultado, 3 trozos desiguales.


Los efectos por vía oral, cuando se alcanza una dosis suficiente, son similares a los de otros muchos opioides, que anulan del dolor, disipan preocupaciones, relajan, producen una depresión general en el cuerpo en la que todo se ralentiza, y no sus efectos difieren apenas de otros compuestos como la morfina o la oxicodona. 

La mayor diferencia frente a otros opioides es que el fentanilo no suele producir estreñimiento sino que en ocasiones provoca diarrea. Lo opuesto a sus compañeros mórficos. Esto se debe a que el fentanilo apenas tiene acción sobre la motilidad intestinal, y al no reducirla el bolo alimenticio no llega a perder tanta agua como para producirse el estreñimiento.



Partir una sustancia que 
es pegajosa y pequeña, como un moco, 
no da para precisiones.


La otra vía es la pulmonar, vía que no se debe despreciar por su potencia y velocidad de efecto, y que tampoco presenta excesiva complejidad para usarse de forma casera. 

La forma más común de fumar los parches de fentanilo es recortar previamente el trozo o trozos que queramos en las dosis adecuadas, y posteriormente pegarlos (retirándoles el trozo de plástico protector) en un trozo de papel de plata, al estilo de los 'chinos' de heroína. Se les aplica calor con un mechero por debajo del papel de plata provocando la evaporación de los compuestos existentes.



Fijaos lo finos que son los parches de fentanilo.


Hay algunos textos que dicen que no es posible fumar fentanilo porque se destruye con el calor. Desconozco los porcentajes que se pueden destruir o no por calor, según si está en forma de base, de clorhidrato, de citrato, etc. Pero no tengo duda alguna de que el fentanilo que hay en los parches, fumado aplicándole calor sobre una superficie (la que sea) o en una pipa adecuada, es plena e intensamente activo: tanto como para poder dejarte inconsciente con una sola calada. Y mi impresión es que aunque la absorción pulmonar nunca es del 100%, no es mucho el producto que se puede destruir al aplicarle el calor y ser evaporado, por los efectos percibidos.



A veces las provisiones 
vienen de donde uno menos se lo espera, eh? ;)


6- Reducción de daños dentro del consumo pulmonar de fentanilo: al aplicar un trozo de parche sobre el papel de plata, aplicamos el pegamento que tiene el principio activo y también la matriz de polímero plástico. No he buscado estudios sobre la salud en cuanto a las ventajas o desventajas de fumar polímeros plásticos (como una bolsa de la basura) pero tengo claro que sus efectos sobre las vías respiratorias no pueden ser de ninguna forma buenos, ni para garganta ni para pulmones, ni para el resto del organismo al estar fumando lo que sale de la descomposición por combustión de un polímero plástico. Y mientras que en una dosis de parche puede haber -por ejemplo- 200 microgramos de fentanilo, a lo mejor hay 30 veces más de plástico, pero al fumarlo de esa forma, fumas todo lo que allí se produce. Un daño claro y algo que se puede evitar con poco trabajo y sin material especial.



Pegamento de fentanilo 
extraído de un trozo 
de parche con unos
2 miligramos de compuesto.



Con cuidado y buenas manos, podemos separar la capa adhesiva que contiene el fentanilo del parche de su matriz de plástico. De esta forma nos ahorramos fumar un montón de compuestos nada sanos y seguramente cancerígenos, o al menos reducimos su número de una forma apabullante.

Basta con poner el parche o una sección previamente cortada de él en función de la dosis final sobre una superficie dura e ir suavemente raspando su cara interna (la que tiene el pegamento) de forma repetida y en la misma dirección.



Debemos extremar el cuidado 
al tratar drogas así, 
porque en un trozo de ese tamaño 
hay suficiente fentanilo para matar 
a un humano o a tu mascota si lo ingiere.



Esto tiene que hacerse con el cuidado necesario para no atravesar el plástico, por eso no es buena idea usar elementos con punta, sino elementos lisos y no demasiado afilados. Nos puede valer una pequeña navajita o un cuchillo que no sea de sierra, para raspar hasta acumular todo el pegamento en una pequeña bolita, cuyo mayor parecido es con un moco de la nariz.


Recomiendo cortar previamente el parche en dosis intermedias, porque no es igual de preciso tener que hacer varios trozos de un parche plástico que tener que hacerlos de un moco pegajoso, con lo que a la hora de dosificarlo agradeceremos que se haya hecho sabiendo cuánto es el tope máximo de principio activo por cada trozo cortado y “pelado”. Dicho de otra forma: cuanta droga hay en ese moco.

Una vez realizado este procedimiento, obtendremos lo que llaman 'fenta-glue' o pegamento de fentanilo y que se puede usar para fumarlo sin tener que fumar la matriz de polímero plástico.



Fumando unos trozos de pegamento de fentanilo.


Llegados a este punto hay que incluir una reflexión para todos los que entren en contacto con estas drogas. Si en un “moco” del tamaño de una lenteja pequeña puedo juntar suficiente cantidad de algo como para matar a una persona, niño o adulto, a una mascota o a mí mismo, deberemos comportarnos con la responsabilidad que se deriva de estar manejando algo así de peligroso: máxima seguridad y nunca niños o animales cerca cuando manipulemos estas sustancias. 

Como adultos que somos, con nuestros actos tenemos derecho a poner en peligro nuestras vidas pero sólo si no ponemos en peligro la de terceross ajenos a nuestra actividad.


7- Efectos, efectos secundarios, primeras veces, tolerancia-adicción, experiencias de usuarios, combos con otras drogas y miscelánea diversa.

Si a pesar de haber leído todo lo anterior sobre estas drogas como el fentanilo, piensas usarlas y asumes el riesgo que supone usarlas, este relato te puede ser útil.

Los efectos del fentanilo, en una descripción rápida, son aquellos mismos de la heroína o de otros opioides similares, de forma mucho más potente que estos. Cabe destacar que el fentanilo es el opioide capaz de crear tolerancia a sus efectos más rápido: la dosis que hoy te puede tener horas cabeceando, en pocos días no te hará casi nada. Aunque como cada sustancia tiene sus propias peculiaridades.

Las primeras veces que se consume fentanilo fumado tiene una cualidad especial la experiencia. Tal vez sea parte de la expectativa pero hay facetas de su efecto que no se vuelven a repetir cuando el uso se hace crónico. 

Una de esas facetas que me sorprendió fue su capacidad para inducir estados entre la anestesia opioide y un mundo de visiones geométricas, de colores azules y amarillos predominantemente en mi caso, con relativamente poca cantidad del producto. 

En aquellos momentos, el término opioide psiquedélico me parecía divertidamente acertado. Ahora no creo que se le pueda poner dicho nombre, aunque reconozco que tiene algunas capacidades que no he visto en ningún otro opiáceo u opioide y sí las había encontrado en las mezclas orales de opio y hashís.

Como se ve en las fotografías, normalmente las dosis usadas para ser fumadas sobre plata rondaban los 350 microgramos en su peso bruto en el parche. Eran aproximadamente 1/12 (una doceava) parte de un parche que contiene 4 miligramos. El fentanilo tiene una dosis letal media (LD50) para humanos de 0'03 mg/kg. 

Eso quiere decir que para un humano de 70 kilos, una dosis de 2 miligramos, le da un 50% de probabilidades de salir vivo.
¿Cuánto son 2 miligramos en un parche? Pues en este tipo de parches, el principio activo que hay en medio parche de 25 mcgs/h o uno de 12 mcgs/h.

Por supuesto hablamos de dosis activas, contables, en sangre. Dos miligramos de fentanilo, que serían mortales para cualquier niño y para algunos adultos, si se ingieren y van al estómago, quedarán reducidos (por suerte) a unos 300 microgramos en su metabolismo hepático, y eso provocará un gran colocón pero no le matará.

En cuanto a la vía pulmonar, es difícil cuantificar la cantidad que estás absorbiendo del fármaco y cuánta se puede estar destruyendo o perdiendo al espirar el aire inhalado. Aunque existen inhaladores de fentanilo, no se pueden extrapolar sus datos a esta situación porque la forma de administración aunque es pulmonar también no es comparable. Pero tened en cuenta siempre que sus efectos duran como poco unas 2 horas (puede que hasta 3 ó 4) aunque el efecto máximo se nota sobre unos pocos minutos tras haber fumado un trozo. El efecto en general llega tan pronto como exhalas los vapores inhalados (igual que en el caso de heroína o cocaína). Este pico temprano de los efectos hace que la persona tienda a redosificar repetidas veces, sin ser muy consciente (o nada consciente) de que va acumulando fentanilo en su sangre.

A diferencia que con la heroína, que vas fumándola pero puedes ir viendo como progresivamente vas metiéndote más en un estado de semisueño y cabeceo, con el fentanilo esa progresión no queda tan fácilmente a la vista. Más bien tiende a ocurrir que en un inadvertido momento, en que tu cuerpo ha alcanzado una cantidad determinada de fentanilo en su sistema, se comporta como el anestésico que es, dejándote fuera de combate... por unos minutos, unas horas, o para siempre (eso dependerá de la dosis, entre otras cosas).

Por decirlo de otra forma, hay dos maneras de consumir el fentanilo: una sería buscando un cierto estado opioide en el que estar activo y disfrutando del mismo, y la otra es la que te lleva directamente a la inconsciencia fisiológica.

Lo lógico es utilizar la cantidad dispuesta previamente y no hacer excepciones posteriores cuando se está bajo el efecto de la droga, pero por experiencia he visto que la tendencia a redosificar con una nueva calada de la droga es muy alta y es bastante sencillo llegar a quedar inconsciente, con un cigarro metido en una oreja o en el pelo, o con las tijeras sosteniendo tu cuello... hablamos de situaciones que son tanto o más peligrosas que las del efecto fisiológico de la droga y que no se deben despreciar, situaciones en que podemos matarnos o provocar un incendio. 

La necesidad de una persona que esté al cuidado y control de nosotros es máxima cuando nos acercamos a drogas de esta potencia las primeras veces, y puede salvarnos la vida su presencia.

Otra cosa que refieren los fumadores de fentanilo son los fuertes vómitos y náuseas que provoca, que muchos asocian y atesoran como las primeras veces que les ocurrió cuando consumieron heroína. Es cierto que el fentanilo, en cuanto sobrepasas una cierta cantidad, estimula el vómito hasta vaciar tu estómago, tu vesícula biliar y cualquier otro órgano vaciable de tu interior. Y es cierto. Este es uno de sus mayores peligros.

El fentanilo provoca vómitos intensos y repetidos que no permiten tener nada en el estómago. Si esto nos ocurre cuando estamos inconscientes debido al efecto del fentanilo, podemos morir por asfixia al aspirar nuestro vómito

Es recomendable tener el estómago totalmente vacío antes de fumar fentanilo para evitar situaciones de peligro de muerte. Esto es una de las principales cuestiones a vigilar por quien esté cuidando a la persona, que no quede dormido boca arriba y que pueda asfixiarse con el vómito.

¿A qué grado de inconsciencia se llega fumando fentanilo? A uno muy alto. Es un anestésico, y mata con relativa facilidad. Nunca lo olvides.
Por mi experiencia si alguien te toca o te llama (y no estás en sobredosis) te despiertas aunque te puedes volver a dormir en unos segundos, pero seguramente con mayores dosis esto no sea así.
¿Cómo saber si una persona está dormida o está a punto de morir por una sobredosis de fentanilo?


Trozo de pegamento de fentanilo 
dispuesto al lado de un tubo
 sobre plata para ser fumado.


Es una notable pregunta ya que es frecuente que los usuarios de fentanilo fumado caigan en esos estados de inconsciencia, normalmente en la cama, y que con la frecuencia uno aprende a ver venir y adquiere cierto manejo sobre ellos (siempre limitado). 

Pero para el cuidador puede ser un problema decidir si ha de llamar a una ambulancia tras administrarte la naloxona si es que la tiene disponible, o si por el contrario estás en uno de los lugares oníricos que recorres bajo los efectos del fentanilo.

Como consumidores siempre hay tener que tener en cuenta que la persona a nuestro cuidado debe tener la última palabra si es de nuestra confianza y tiene las instrucciones oportunas (si no es así, no merece la pena como cuidador). 

Y siempre que una persona está en un estado de inconsciencia en que no responde a estímulos (que te agarren, que te griten, que te den un par de tortas como último recurso de prueba) se debe avisar a una ambulancia y procurar mantener al paciente en una posición tumbado sobre su costado y de lado, para que en caso de vómito las vías aéreas estén despejadas y no se provoque las asfixia. 

El control y la vigilancia ha de ser constante. En caso de que esta situación se haya provocado por el abuso de un opioide (el que sea) y si disponemos de el antídoto naloxona, bien en forma inyectable o en forma de nebulizador y sabemos cómo usarlo, es el momento de hacerlo para salvarle la vida a la persona sin olvidar de llamar al 112 inmediatamente después y mantenerse al lado de la persona procurando mantenerla lo más despierta posible, con todo tipo de estímulos molestos que sirvan para aumentar su nivel de activación y ayuden a evitar morir dormido.

En caso de duda siempre es preferible pecar de excesiva protección que de lo contrario: si no estás seguro, llama a los servicios de emergencia. Nada te pasará a ti o a la persona por nada de lo que estáis haciendo. Esto no es como los USA donde en muchos lugares la gente no llama a las ambulancias para no ser detenidos y encarcelados después, por ser consumidores de drogas. Esto todavía no es USA y la vida de una persona no está por encima de sus conductas con las drogas.


En cuanto a combinaciones de fentanilo con otras drogas, está totalmente desaconsejado mezclar fentanilo con otros opioides, benzodiacepinas, barbitúricos, agonistas GABA, alcohol y otros depresores. El efecto sinérgico potenciará los efectos de ambas drogas, moviendo lo que sería una intoxicación de nivel X a ser una intoxicación de nivel 10 veces mayor.

La mayoría de las muertes en las que hay opioides implicados, cuentan también con benzodiacepinas y alcohol en la mayor parte de los casos. El uso de benzodiacepinas es especialmente peligroso y desaconsejado (incluso para los que tienen tolerancia a las mismas) en la mezcla con fentanilo. Mezclarlas conduce a la muerte con facilidad.

La mezcla de fentanilo con estimulantes presenta características similares a otros ejemplos de 'speedball' bien sean con cocaína o con anfetamina u otro estimulante, en los que los límites habituales de ambas drogas se exceden con el apoyo y efectos de la mezcla de estimulante y depresor. 

Es una práctica peligrosa sobre todo cuando los efectos del estimulante son de duración más breve que los del depresor, porque cuando el efecto del estimulante desaparezca nos veremos sobrepasados por el efecto del opioide que aún tenemos activo en nuestro cuerpo y en ese momento podemos encontrar una sobredosis que antes no hubiéramos visto venir.

No puedo hablar de la combinación de fentanilo con disociativos, psiquedélicos y entactógenos porque la desconozco. Lo más psiquedélico que he tomado junto con el fentanilo es cannabis.

El cannabis se merece un apartado en este punto. Si bien es una droga que comparte acciones depresoras sobre el SNC y es evidente que potencia los efectos del fentanilo -se tome por la vía que se tome- como ocurre con otros opioides, tiene la ventaja que ser un estupendo antiemético (evita los vómitos).

A la hora de probar por primera vez algo no recomiendo nunca que se mezclen dos sustancias, pero posteriormente y si la persona tiene experiencia con el cannabis, podrá aprovechar sus características para evitar convertir la experiencia en un cuadro de vómitos que no lo hacen nada agradable. La mejor forma, según mi experiencia, de usar el cannabis para evitar los vómitos no es fumar a la vez que se fuma la otra sustancia, sino haber fumado previamente y haber dejado que los efectos psicoactivos se desvanecieran en su mayor parte o totalmente antes de fumar. 

De esta forma los vómitos pueden ser evitados y además, es necesaria menor cantidad del opioide para conseguir los mismos efectos.



Si ya estamos vomitando tras haber fumado fentanilo, lo mejor es dejar de consumir durante al menos un par de horas y no intentar fumar nada más en ese estado porque en un primer momento el efecto del cannabis al aumentar sinérgicamente la potencia del fentanilo, aumentará los vómitos. En cuanto al tabaco/nicotina, no he notado interacción alguna ni tampoco un cambio en el apetito a la hora de consumir nicotina.

El fentanilo fumado de esta forma, a pesar de su potencia, es una sustancia que pide redosificar varias veces, y cada vez de forma menos consciente de su acumulación en nuestro cuerpo. Bajo los efectos del fentanilo es muy común saltarse las normas establecidas por nosotros mismos en cuanto a los límites marcados previamente a su consumo. 

La figura de un cuidador al que respetemos (y se pueda hacer respetar si nos ponemos tontos) es esencial para no caer en una espiral de redosificaciones de dosis sucesivas que han llevado a muchos usuarios de esta droga a morir. Y no eran "novatos que no sabían lo que hacían". De hecho el fentanilo sólo debe ser consumido por aquellos que tienen una amplia y fuerte tolerancia previa al uso de narcóticos agonistas opioides. 

Si crees que no puedes morir porque una sustancia determinada la consumes fumada, te equivocas: matarse usando fentanilo de forma recreativa, fuera del control y las pautas de un especialista, es bastante sencillo. 

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Symp.
Cuidaos. Sos queremos.

PS: Muchas gracias a David Nutt y al Comité independiente de científicos que están en @Drug_Science por la difusión del anterior artículo. Thanks a lot!! :)


miércoles, 9 de abril de 2014

Introducción al uso recreativo de fentanilo



Introducción al uso recreativo de fentanilo y derivados.

En el texto que inician estas palabras hay información referente al fentanilo y a drogas de la misma familia, pensadas desde la más absoluta reducción de riesgos, dadas las características -especialmente peligrosas por su potencia- de esta sustancia. Antes de escribirlo he tenido que dar muchas vueltas a la conveniencia de publicar esta información, que está entendida siempre para mayores de 18 años, por las esperables objeciones del tipo “les das tú la información de cómo consumirlo” como si ello fuera a evitar que sin estas recomendaciones y advertencias quien estuviera determinado a consumir fentanilo no pudiera hacerlo: lo haría igual, pero con menos información y por lo tanto, más riesgos y menos capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia.


Parche de 25 microgramos por hora de fentanilo
para uso transdérmico. 


En mi caso, como en el de otras personas que conozco que consumen fentanilo de forma recreativa (no por pura indicación terapéutica), nadie me enseñó nada al respecto y la información la obtuve de los medios habituales (lo referente a dosis, farmacocinética e interacciones) y posteriormente la compartí con otras personas que compartieron la suya conmigo. Y aunque a muchos les pueda sonar extraño hay más gente de la que parece que usa fentanilo fuera de la prescripción médica.

El fentanilo es una molécula bastante simple que tiene unas 100 veces la potencia de la morfina que es la usada como estándar. Distintas modificaciones -también simples- sobre la molécula pueden dar compuestos más de 10.000 veces la potencia de la morfina, algunos de ellos pudiendo ser sólo usados en animales de gran peso, como elefantes o ballenas, para la sedación o anestesia, por lo exagerado de su potencia que los hace inviables para tratar con seguridad a especies menos grandes en las que resultan más tóxicos en sus efectos.


Estructura en 3D del fentanilo.


Entrar en contacto con esta familia de drogas -sin indicación y supervisión de un profesional de la salud- tiene riesgos muy serios que en algunos aspectos superan con creces a otras sustancias también narcóticas. Si piensas que la heroína es una droga muy peligrosa, entonces vete buscando adjetivos más grandes para esta familia, porque son fuertemente adictivas y además tienen entre sus propiedades una capacidad para desarrollar tolerancia en el usuario que se establece pronto y rápido. 

Según mi experiencia, el fentanilo es una droga mucho más adictiva que la heroína -en mi caso- pero siempre hay que recordar que cada persona es un mundo en ese aspecto, y que es un aviso con buena intención y no una aseveración farmacológica absoluta, pero sus riesgos no son menores en ningún caso que los de la heroína si hablamos de sustancias puras, y mayores si hablamos de mercado negro, en el que se suma el riesgo de la sustancia al de todo lo que pueda llevar añadido si lo que compramos no es un fármaco de prescripción, aunque estos también pueden sufrir la adulteración.

En USA se han detectado en repetidas ocasiones pastillas de oxicodona (Oxycontin) en el mercado negro que en realidad lo que contenían era acetilfentanilo, una variante no muy potente del fentanilo pero que ya ha causado unos cuantos muertos allí. Esto ocurre en USA porque el precio de la oxicodona era de los más altos en mercado negro y tiene un amplio uso “recreativo” de forma inyectada, y con una demanda que no se llega a cubrir con lo que se desvía del mercado de prescripciones farmacéuticas, dejando un nicho a tapar por cualquier grupo con actividad en este terreno: tan simple como coger un análogo del fentanilo y venderlo como si fuera oxicodona, mismo tamaño, misma forma y color, y engaña a muchos porque ambos compuestos son activos y lo son en los mismos receptores, pero no de la misma forma y potencia.

Distintas presentacinoes de oxicodona, 
objeto de adulteración con acetilfentanilo
 y engaño en la venta en el mercado negro.


La muerte de Philip Seymour Hoffman -que finalmente parece que su muerte es una 'simple' sobredosis de heroína que le convierte en otra víctima de la guerra contra las drogas y sus usuarios- dio algo de luz al asunto de la adulteración de heroína y otros opioides en el mercado negro con derivados del fentanilo, que lleva un reguero de cadáveres considerable y que debemos recordar que son víctimas que mueren por engaño: les dan una sustancia que no es la que esperan y con comportamiento diferente, lo cual les lleva a situaciones de muerte con facilidad.

Muchas personas pensarán que no tienen posibilidad de acceder al fentanilo y sus derivados en su entorno, pero en realidad es bastante simple y se pueden adquirir tanto los compuestos legales (no prohibidos aún) como los ilegales o bajo control médico con un par de clics de ratón, Silk Road u otro mercado online de drogas y unos bitcoin para el pago. Eso si vas buscándolos.

Pero puede ser también que los encuentres si no los vas buscando: en Japón hace poco más de un año detectaron una mezcla de “falso cannabis” tipo K2 o Spice (hierbas no psicoactivas con cannabinoides sintéticos) que contenía una nueva droga de ese tipo (bastante peligrosa según hemos podido saber después) para esquivar la ley allí. Pero eso no era todo. La muestra también contenía AH-7921, un opioide sintético creado en los años 70 en Reino Unido y que tiene aproximadamente un 80% de la potencia de la morfina cuando se administra oralmente. Es decir, no sólo cannabinoides sintéticos de efectos totalmente desconocidos, sino un opioide sin advertir al consumidor que en el mejor de los casos le provocaría una adicción con el uso crónico y en otros, la muerte por sobredosis y sinergia entre los cannabinoides y los opioides. Son los nuevos 'legalhighs'.


Estructura del AH-7921.


Ese opioide sintético que apareció en un falso cannabis está hoy día en el mercado legal, ya que no existe ninguna prohibición sobre dicha sustancia. El precio oscila entre los 20 euros y los 4 euros por gramo, dependiendo de la cantidad que se compre (hasta un kilo) y todo eso en una web pública a la que cualquier podrá llegar usando simplemente Google. En esa misma web, para no irnos más lejos, también encontramos otro compuesto relativo al tema que tratamos: el W-15.

Este otro opioide sintético que tampoco está prohibido por ninguna ley existente, tiene más potencia que la morfina, en este caso le atribuyen una potencia 5'4 veces superior. No llega a la potencia del fentanilo pero se va acercando... ¿verdad? En el caso del W-15 su precio es de 3'5 euros a 4 euros por gramo dependiendo de la cantidad comprada (la venta mínima en este caso es de 500 gramos). Pero empecemos a poner las cosas en proporciones mas asequibles.


Estructura del W-15, 
opioide que se vende legalmente en la red.


Un gramo de AH-7921 con un precio de 20 euros sería equivalente a 800 miligramos de morfina, lo cual es toda una cantidad sobre todo si se trata de personas sin una amplia tolerancia a opiáceos. Con esos 20 euros tendrían unas 50 dosis activas equiparables (cada una) a unos 12 mgs de morfina orales.

Un gramo de W-15 (independientemente de si cuesta 3 o 30 euros) sería equivalente a 5'4 gramos de morfina. ¿Cuántas dosis mínimas equivalentes de morfina sería un gramo de W-15? Si la dosis mínima activa por vía oral se consideran los 10 mg. de morfina, en un gramo de W-15 tendríamos 540 dosis de esa potencia. Pero de momento seguiríamos pesando las cosas en miligramos (algo menos de 2 miligramos de W-15 corresponderían en teoría a 10 de morfina) aunque estamos en el límite ya.

El siguiente salto podría ser, por ejemplo, un compuesto llamado W-18, que es el mismo que el ya mencionado W-15 pero con un grupo nitro (NO2) añadido en un extremo de la molécula. Ese pequeño cambio hace que el compuesto resultante tenga una potencia teórica de 10.000 veces la potencia de la morfina, similar a los compuestos más potentes de la familia del fentanilo como el carfentanilo que también tiene unas 10.000 veces la potencia de la morfina. Y mientras el fentanilo o el carfentanilo son sustancia controladas, las otras no lo son y las puedes comprar en internet sin infringir ninguna ley de momento. Drogas que en 1 gramo esconden 1.000.000 de dosis equivalentes a dosis activas mínimas de morfina.


Estructura del W-18 que 
tiene 10.000 veces la potencia de la morfina.


Llegados a ese punto, uno tiene que empezar a preguntarse si lo que quiere obtener es una droga o entra ya en la categoría de armas químicas, cuyos riesgos abarcan el transporte y manejo (yo entiendo que un gramo de un compuesto así, es un arma química entre otras muchas cosas). 

¿Imagina alguien lo que sería que un paquete con, por ejemplo, 100 gramos de ese compuesto se rompiera en el proceso de envío postal y que contaminase al resto de envíos con una droga de esa potencia? Una droga tan poderosa en función al peso que te bastaría con respirar un poco de su polvo para morir si no tienes el antagonista adecuado a mano (y algunos opioides ultra potentes necesitan de un antagonista más potente que la naloxona porque puede no ser suficiente contra la extrema potencia de esos compuestos).

Por suerte este último compuesto, el W-18, todavía no está a la venta (al menos en esa web). Pero nadie nos dice que no pueda estarlo en unas horas o que esté siendo ya vendido de forma totalmente legal -recordad eso- en cualquier otra web. 

O que cualquier personas pueda solicitar su síntesis a una laboratorio en China, como hizo el periodista inglés Mike Power -autor del estupendo 'Drugs 2.0', subtitulado “la revolución en laweb que está cambiando cómo se coloca el mundo”- hace poco al encargar un análogo legal de una sustancia prohibida a un laboratorio que le realizó la síntesis de unos cuantos gramos por una pequeña cantidad de dinero, y cuya historia publicó junto con las pruebas de la misma y los análisis de la sustancia realizados una vez fue recibida para comprobar que en realidad era lo que se había solicitado. Y lo era.


'Drugs 2.0' del genial periodista inglés Mike Power.


Ninguna de las 3 drogas, AH-7921, W-15 o W-18 son en sentido estricto y químicamente hablando familia del fentanilo, pero sí podrían ser unas primas que realmente funcionan casi como hermanas sobre los receptores opioides del cuerpo humano. Dentro de las drogas químicamente de la familia, ahora mismo se encuentra a la venta en varias webs el compuesto butirfentanilo (sirva de ejemplo aunque hay más) que tiene una potencia nominal de ¼ de la potencia del fentanilo o, dicho de otra forma, 25 veces más potente que la morfina. El precio de un gramo de esta sustancia legal ronda los 80 euros. Todo ello sin salirnos de la web común, sin entrar en zonas oscuras o en la DarkNet (la parte realmente oscura de lo que es la Deep Web) de TOR y Silk Road.

En estos mercados anónimos online de drogas se venden los productos que están prohibidos o que van pasando a estarlo nuevamente, como si fuera una mera circunstancia que no afecta demasiado al resultante. Son los lugares donde la suma de tecnologías ha derrotado finalmente a la prohibición de las drogas, como ocurre con la combinación de TOR como mercado con conexión anónima y de Bitcoin como forma de pago anónima para ambas partes, emisor y receptor, que han hecho de la compra de drogas un asunto que queda entre tu ordenador y tú: se encargan por la noche y días después las tienes en el buzón de tu casa sin haber tenido que ir a un barrio peligroso o tener que moverte en entornos criminales para conseguir una sustancia que deseas.

Las variantes legales de las drogas se consiguen sin necesidad de usar más que Google como buscador y se compran en webs legales, y en Silk Road encontramos el resto de la oferta. Y aquí empiezan distintas ventajas y desventajas que son esenciales tener en cuenta a la hora de evitar problemas con estas drogas.

¿Qué hay de la familia del fentanilo en Silk Road? En Silk Road hay todo tipo de drogas, pastillas, productos de farmacia, productos ilegales y hasta algún producto legal pero que también se vende allí por ser cosas “del mundo de las drogas”.

En el caso del fentanilo hay una primera distinción a tener en cuenta que es de vital importancia: los productos de farmacia vs. los preparados de fentanilo. En ese mercado encuentras varios de los preparados de tipo farmacéutico como los parches de fentanilo o las piruletas de fentanilo desviadas del mercado legal de ese fármaco y, por otro lado, varias presentaciones que no vienen de la producción legal y que no cuentan con los necesarios controles de seguridad para una sustancia así.

Que no vengan del mercado legal se pueden encontrar secantes que contienen distintas cantidades de fentanilo u otro compuesto similar pensados para ser usados por la vía bucal (no para tragar porque el 85% del fentanilo se destruye en el primer paso hepático si se ingiere, así que para absorber por la mucosa) al estilo de los secantes de LSD, también en forma de nebulizador tipo spray nasal, que contiene supuestamente el equivalente a 10 miligramos de fentanilo y que dispensa una dosis de unos 100 microgramos por cada aplicación, en forma pura y también como falsa heroína blanca ya diluido el compuesto en lactosa para rebajar la potencia excesiva del fentanilo.

Distintas presentaciones de fentanilo en el mercado de Silk Road.


Todas estas presentaciones comparten el mismo problema: ¿qué certeza podemos tener en cuanto a la dosis o el compuesto que realmente nos entregan? Ninguna en principio, y sin los servicios de análisis de sustancias de una asociación como AiLaket! que cuente con recursos de muy alta calidad, no podremos saber ni qué nos han vendido, ni cuánto nos han vendido. 

Tratándose de este tipo de drogas es un lujo demasiado peligroso como para aceptarlo porque con drogas de esta potencia no se pueden cometer errores de ninguna clase: el primer error que cometas con el fentanilo, será posiblemente tu último error.

Eligiendo entre las distintas opciones se pone en juego la preparación de cada uno y el riesgo que cada uno piensa asumir. Yo entiendo que ingerir un secante que supuestamente contiene X microgramos de fentanilo (en el supuesto que realmente lo sea) deja mi vida asociada a ese “supuestamente”. Si hay un fallo, es otra droga, está adulterada con otro compuesto o se han equivocado en la dosificación, mi vida estaría en juego, así que sin un análisis previo no lo consumiría. 

Lo mismo puedo decir para todas las demás presentaciones que no vienen de la farmacia, o que incluso viniendo de la farmacia han sido ya objeto de imitación como hemos dicho antes que ocurre con la oxicodona en pastillas (un preparado muy fácil de imitar). El riesgo de usar un spray nasal que teóricamente contiene 10 mg. de fentanilo es el mismo del secante -que mirando su precio es de 3 euros por unidad comprando 10 ahora mismo, y los deja más baratos que los de LSD del mismo vendedor que cuestan 5 euros- e idéntico que el de usarlo en una mezcla con lactosa para rebajar su potencia: no puedes tener certeza de qué droga es la que realmente obtienes y en qué cantidad exacta sin análisis previos.

Sólo hay dos presentaciones que se vendan en Silk Road que parece que -por el momento- no han sido objeto de imitación: los parches de fentanilo y las piruletas. Y de los dos productos, el menos sencillo de imitar es sin duda el parche.

Los parches de fentanilo suelen ser objeto de atención por el colectivo de transportistas, en el que se cuenta con una gran comunidad de usuarios de drogas. El hecho de que pasan a estar con su camión un día en una ciudad y otro día en otro país, les hace buscar recursos para no quedarse sin suministros en caso de ser adictos a opioides en los lugares donde no van a tener fácil conseguir la sustancia. El parche lo usan -en su mayoría- en la forma para que la fue hecho, porque el objetivo según comentan es “no sufrir un síndrome de abstinencia a opiáceos” en primer lugar y a la vez “no dar positivo en los controles de drogas porque el fentanilo -como la metadona que usan igual- no está entre las drogas que comprueban los test de la policía”. 

Es el caso del uso de un recurso legal, que llega al mercado ilegal, y vuelve a la persona a hacerle una función terapéutica (legal) que podría haberle recetado un médico en mejores condiciones y controles que los del mercado negro de donde ha tenido que salir.

Los actuales parches de fentanilo están compuestos de una matriz de un polímero impermeable que lleva adherida una capa de pegamento mezclado con el principio activo. La liberación en contacto con la piel se produce por ósmosis y responde a variables como la temperatura, aumentando la liberación del compuesto al aumentar la misma. Están pensados para proporcionar una liberación sostenida de fentanilo en sangre y lo hacen bastante bien, aunque no llegan a cubrir totalmente las 72 horas de duración que les otorga el fabricante en sus propiedades.

Hay que recordar siempre que un parche de fentanilo usado no es lo mismo que un parche gastado en el que no quede nada: en los parches usados queda principio activo, y queda bastante cantidad en algunos. No los subestiméis, es una sustancia muy potente y cualquier resto es potencialmente peligroso. En este punto cabe insistir una vez más en que todas las medicinas y todas las drogas deben almacenarse siempre lejos de niños y mascotas y en un lugar donde no sean accesibles porque de serlo, un niño tarde o temprano acabará accediendo al lugar y no sabemos los problemas que eso puede generar (desde nada a la muerte). Esto que es válido para todas las drogas y medicaciones es especialmente necesario recordarlo por cómo inducen a confusión los parches en alguien que no sepa lo que son, y aunque no tienen más que las letras del fármaco y la dosificación, no sería el primer caso de niño muerto por usarlo como una calcomanía. 

También hay que tener en cuenta que -aunque no son iguales- cada vez hay más parches como vía de administración de una medicación, desde nicotina a anticonceptivos hormonales y que no sólo niños podrían confundirlo (también podría una chica joven pensando en cogerle unos parches anticonceptivos a la madre de su amiga, por ejemplo).


Parches de 100 microgramos a la hora de fentanilo.


El usuario legítimo de este tipo de medicación es aquel paciente que sufre un dolor crónico de etiología maligna o no, siendo de uso muy común en procesos oncológicos con dolor y menos frecuente, debido a las habituales reticencias del estamento médico a usar opioides a cuenta del estigma asociado por un siglo de guerra contra las drogas, en el que sufre de un dolor que no proviene de un proceso canceroso. Aunque muchos apunten a los pacientes como los que desvían parches para el mercado negro de su propia prescripción, la realidad es que ningún paciente tratado con dichos parches podría sostener su venta mucho tiempo por lo limitado y controlado de la prescripción: la mayoría se desvían desde otros puntos del sistema médico, como profesionales titulados o representantes de laboratorios que los fabrican.

El precio del fentanilo en el mercado negro es bastante alto (sobre 10 euros el miligramo de precio medio) teniendo en cuenta lo barato de su producción y dentro de los productos existentes, los más caros son precisamente los que provienen de la farmacia por su correcta preparación y dosificación: es en los únicos en los que resulta posible fiarse de lo que se les supone, porque de momento no existen datos de su imitación y hacerla resultaría una forma cara y compleja de intentar sacar partido de dicho producto en el mercado.

En estos momentos existe un vendedor -por ejemplo- que ofrece 10 viales de 0'5 miligramos cada uno de fentanilo farmacéutico y el precio que pide está por encima de los 300 euros. Es decir, por 5 miligramos más de 300 euros. Al mismo tiempo, otros vendedores que ofrecen “el mismo producto” en teoría, lo hacen con un precio 10 veces más bajo o menos aún. En este caso, el precio lo marca además del compuesto y las circunstancias específicas del mismo con respecto al mercado, la confianza que inspira al comprador en cuanto a que el producto es lo que dice ser y proviene de una farmacia, con las garantías que ello supone.

Oferta de 10 viales de presunto fentanilo farmacéutico.

Personalmente entiendo que simular un vial farmacéutico de un inyectable de cualquier sustancia es más sencillo que simular un parche de fentanilo por la complejidad técnica de su elaboración, que rinde un producto complejo y eficaz cuya producción queda fuera de las posibilidades de quienes no cuentan con material equiparable al de la industria farmacéutica: hacer un pegamento con una sustancia activa a dosis de microgramos y aplicarlo correctamente sobre una base de plástico fino, imprimir en el parche la identificación del producto y su dosis como otro detalles hacen a esta presentación la más fiable a la hora de elegir entre lo que existe en el mercado negro.

Esa última afirmación hay que cogerla con cuidado y en el momento actual. Hace 20 años la adulteración de la LSD era prácticamente inexistente porque ni resultaba rentable ni casi posible, pero ahora es casi un problema común encontrar secantes de DOB o DOC que dicen ser LSD, y últimamente la adulteración e incluso sustitución directa ha llegado a drogas peligrosamente tóxicas como los NBOME's acumulando ya varias muertes, cosa que la LSD nunca provocaría dada su casi inexistente toxicidad.

De la misma forma, a día de hoy los parches de fentanilo son la forma “más segura dentro de lo muy arriesgado” de acercarse a estas drogas con la certeza de que son el compuesto que dicen ser en la cantidad que dicen ser y no hay datos de que hayan sido “copiados a lo chino” y vendidos como otras medicaciones que son imitaciones de las originales (tenga o no dicho compuesto en ellas), pero ese hecho es cierto a día de hoy, no sabemos qué pasará dentro de 6 meses aunque parece altamente improbable que alguien intente imitar la fabricación de un parche de fentanilo.

Una vez elegida la presentación del fentanilo que entendemos que es la más segura para nosotros (que en este caso son los parches( abordamos el proceso de compra en el mercado que hayamos elegido, hablamos con el vendedor (en este caso era de origen europeo aunque es Canadá quien tiene más accesible el fármaco) sobre su producto y su caro precio, pagamos con Bitcoin y en algo más de una semana tenemos en el buzón de casa una serie de parches de fentanilo con distintas dosificaciones. 

El compuesto invitado había hecho su recorrido sin problemas: sencilla forma de conculcar toda la estructura represiva de la guerra contra las drogas en un simple acto de intercambio comercial entre dos adultos capaces.

No recomiendo a nadie usar fentanilo (ni ninguna otra droga) pero si alguien ha decidido usarlo fuera de lo que es la prescripción de un médico, esta guía es mi aportación para que sepa lo máximo posible sobre lo que hace. Cuanta más y mejor información tenemos sobre lo que hacemos, las posibilidades de una emergencia, un daño o una muerte, se reducen.


'No matan las drogas: mata la ignorancia'.
Frase de Antonio Escohotado.





Pinche aquí:

PS: Esta entrada es la mitad de la entrada original, que por razones de espacio y distribución ha sido dividida en dos partes, el manual introductorio de uso y la segunda, con las fotos (únicas) del proceso completo y las advertencias de reducción de riesgos necesarias. En un día aproximadamente estará colgada.
Espero que os guste y la disfrutéis.