jueves, 29 de septiembre de 2016

Del sombrero mágico de la Farmacia, salen anfetaminas.

Este texto fue publicado en la revista VICE... y esperamos que os guste (el texto, golosos). En la incansable búsqueda de nuevos nichos de mercado, los niños de nuevo son el objeto de deseo, y esta vez es con la común anfetamina de toda la vida, camuflada con una forma que además de darle un dineral por tener patente, no asusta a los papás cuando van a comprarla. Y como ya se sabe que cualquier medicamento resulta más efectivo cuanto más caro es.... o era el placebo? ;)

120 euros por 30 pastillas, se llama robo. 
Y se están especializando en niños.

¿Esto es como lo de los caramelos a la puerta del colegio, pero con papá y mamá comprándolos con receta que le da el médico sonriente?

Viva el TDAH!!
Qué gran descubrimiento para la ciencia (económica) de la farmacia y relacionados, claro.

Todo por los niños, eh?

--


La anfetamina regresa:
farmacia y mercado negro hispanos.

Hace unos meses recibí una consulta -de una famosa cuenta de Twitter especializada en música- sobre una droga que -para mi gusto- es la reina de lo que existe ahora mismo en la farmacias españolas: la lisdexanfetamina. ¿Suena a algo? ELVANSE es el nombre. Y sí, anfetamina pura y dura. El “lis” que va delante, indica que es una nueva molécula -por lo tanto patentable y económicamente rentable- formada por una de lisina y una de dextroanfetamina (el isómero más potente y agradable de los 2 que forman la anfetamina común).






Ese es el concepto de pro-droga: una sustancia que no es activa en sí misma, y que se activa en el interior del cuerpo por una determinada ruta metabólica. Esto lo que quiere decir, es que como hasta que no te comes (vía oral) las cápsulas o pastillas de lisdexanfetamina no se convierten en anfetamina de la rica, pues se supone que “no se puede abusar de ellas”. A mí, que me encanta la dextroanfetamina y me gusta -precisamente- por vía oral, me es totalmente indiferente su método anti-abuso: me meto la cantidad que quiero, y tarda en subirte pues como una horita en vez de los 20 ó 30 minutos que tarda en subirte una anfetamina por vía oral.





Para los que conocimos las “Dexedrinas”, que era esta misma droga (sin la lisina, que no aporta nada al efecto) y que se vendía en las farmacias hasta principio de los años 90, es el regreso de una vieja amiga, de una íntima compañera de buenos y malos momentos: nuestras amadas “dexes”. La misma dosis y formato que le dan a los pilotos de los cazas, la famoso “GO! Pill”, que servía igual para un roto que para un descosido. ¿Gripe y estabas jodido? Una dexe y se pasaba. ¿Tenías que currar y llevabas 30 horas de empalmada? Una dexe y a tirar millas. ¿Ibas a salir, a pasártelo como un lemur, y a beber hasta que se secase el río... pero sin emborracharte mucho? 

¡¡La dextroanfetamina era tu mejor amiga!!





Además, no te pone taquicárdico -en el mismo grado que la cafeína- ni nervioso, ni nada molesto o tenso, si la dosis es la apropiada para tu constitución y tolerancia. Pero como desde hace 20 años no las tenemos ya entre nuestras farmacias, la única forma de verlas era en foto o pagando altísimos precios en los mercados de drogas -tipo Silk Road- de la Darknet.

La consulta que me hicieron, versaba sobre esta “nueva” droga (pro-droga siendo estrictos) y su uso de forma lúdica. Pregunté a la persona por la fuente y, amablemente, decidió compartir un pedido conmigo. ¿De qué? De Elvanse, la “anfetamina lisiada” (perdón, con lisina) que ahora venden en farmacias. 

¿En qué cambia con respecto a la Dexedrina? En que no la puedes esnifar ni inyectar, y en que tarda en subir como una hora, en lugar de media hora. Eso es todo.





Por lo demás, la nueva reína de la farmacia hispana en materia de drogas (por sus magníficos efectos, pero sobre todo por su elevadísimo precio) es exactamente igual que nuestra vieja novia. Igual, simplemente ahora tarda unos minutos más en prepararse, y ya. La misma.

¿Y si la quitaron hace 20 años, para qué la ponen otra vez?
Pues para que abusemos de las drogas, todos.

Para empezar, la farmacéutica que cobra un precio posiblemente más de 100 ó 200 veces superior al de coste de fabricación (en muchos productos, gracias a las patentes). Eso hace que, en farmacia y de forma legal -con la receta de un médico psiquiatra -de esos que las recetan sin hacer preguntas estúpidas, si les pagas la consulta- te salga por unos 120 euros la caja.




Para que quede claro que el precio es algo que ponen de forma totalmente independiente, respecto al coste de fabricación del fármaco o droga de turno, en el caso del Elvanse no se han cortado ni un pelo: valen todas las dosis igual en la farmacia, 30 cápsulas de lisdexanfetamina a 120 euros y da igual si es de 30, 50 o 70 miligramos. 

Eso más el precio de la “consulta” al especialista de turno para que se lleve su tajada en el mercado de la droga, y nos permita acceder de forma segura (farmacéuticamente segura) a una excelente sustancia.





Una maravillosa molécula que, en el mercado negro, no se sintetiza: es demasiado trabajo y material necesario separar dos isómeros de una molécula sintetizada, para dejar el más interesante. Se podría hacer -posiblemente sin necesidad de separar nada- llegando a una síntesis que rindiera únicamente dextroanfetamina, pero por los precursores y el proceso a seguir, los químicos del mercado negro lo ven como algo que ni se plantean.




Así que la hay en 3 dosis (30, 50 y 70 mgs por cápsula) pero el precio de 30 capsulitas se te va, entre la parte para el que te lo receta -la otra vía el es mercado negro, totalmente negro- y lo que te mete la farmacéutica, te sale por cerca de 200 pavos la tontería de un botecito de anfetamina de farmacia. La misma que durante décadas se vendió libremente en medio planeta y que se publicitaba su uso contra “el aburrimiento del ama de casa”, entre otras muchas cosas que se entendían como “indicaciones apropiadas” para el uso de anfetamina.




A mi madre, que nunca ha tomado ninguna “droga” más allá de café, tabaco o vino, me contó que la primera anfetamina que vio se la ofreció una profesora suya. Una monja de la orden religiosa del “Amor de Dios” (un colegio católico de señoritas en los años 50-60), en época de exámenes le ofreció -imagino que viéndola apurada en horas para estudiar- con total normalidad, “de la misma forma que actualmente te pueden decir que si quieres un café para estudiar mejor” me dijo, cuando ella me lo contó. Es decir, es la misma cosa que antes una monja daba a una alumna para que estudiase un poco mejor, en una ocasión puntual. La misma con la que toda una generación, que ahora es la que está arriba, sacaron sus carreras a base de anfetamina -dexedrinas y centraminas, principalmente- y no pasó nada grave.






Ahora la prohibición, abusa directamente del precio ridículamente desorbitado que pone a ciertas drogas en la farmacia. Ese “precio de farmacia” sube a cerca de 300 cuando vas al mercado negro. Curiosamente, el mercado negro sí ha sacado partido de que todas las presentaciones valgan igual en farmacia (la única fuente posible y conocida para dicho fármaco), y hacen que la presentación de Elvanse de 30 miligramos no sea rentable pedirla, pero la de 50 y 70 miligramos presentan una diferencia de precio de más de 100 euros. Es decir -en el mercado negro- sin receta- un bote de Elvanse de 70 miligramos y con 30 pastillas, te puede costar hasta cerca de 400 euros (dependiendo de tu fuente y tus tratos, como todo).




Eso sí. Debo decir que me han sorprendido mucho las maneras que he encontrado en el dealer, tanto como para enviar varios cientos de euros -con confianza- a alguien “desconocido” para mí (aunque recomendado) y al día siguiente, tener en mis manos exactamente aquello que habíamos acordado y de la forma que lo habíamos acordado.

Además, durante el proceso -breve- de solicitar “el producto” y acordar cómo iban las cosas, tuve en todo momento confirmación de cada paso que se iba dando, y en qué punto se encontraba. Y también, un servicio de atención al cliente que -puntualmente- comprobó que “el pedido” había llegado tal y como se habló. Dicho de otra manera: profesionalidad y seriedad (accountability, que dicen los ingleses sobre dar la cara).





La droga más interesante que ha salido de la farmacia española, junto con un mercado perfectamente adaptado a las circunstancias y que te trata -como debe ser, por otro lado- como una empresa trataría a un cliente, y con la atención comprensible en una “primera transacción de este tipo”, son los dos grandes descubrimientos. Por fin puedo olvidarme del efecto incompleto -y no anfetamínico en realidad- del metilfenidato, del Rubifen o Concerta que se usa para la misma indicación médica (el más que cuestionable Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad o TDAH), y ya puedo tomar una sustancia mucho más efectiva, más segura en su dosis útil (a mi juicio), con menores efectos secundarios molestos y mucho más agradable que me ayuda mejor a trabajar, o a salir de fiesta y beber unas cervezas.

La anfetamina de verdad, la buena, sin haber sido cortada con sacos de cafeína en las manos de algún “dealer” en forma de speed, ha vuelto a nuestras manos y bocas -como el sacramento que, de verdad, sí funciona cuando necesitas energía, claridad y capacidad- y lo ha hecho con su mejor cara: la derecha o dextroanfetamina. Eso sí, recordándonos desde el primer momento mediante un precio que es desorbitadamente alto con respecto a su coste de producción, que el abuso de drogas existe y es real, pero que no es el del que se fuma unos porros: es lo que hace tener el monopolio legal de la distribución de una buena droga que mucha gente usa si está disponible. Y sí. Ya está aquí de nuevo.




Ya está en las farmacias, en los mercados, en Internet, entre nosotros...

Bienvenida -otra vez- vieja amiga.
:)


PD: ¿He dicho ya que están robando a manos llenas con el cuento del TDAH en la mayoría de los casos? ;)
Todo por los niños, sí.
xD



miércoles, 21 de septiembre de 2016

Twitter y su drogofobia como "moderación oculta".

Este texto fue publicado hace menos de dos semanas en el portal Cannabis.es y, parece, ha cobrado una relevancia especial debido a la suspensión por parte de Twitter, sin ningún tipo de indicación, notificación o motivo aportado, de la cuenta @Drogoteca.

No es la primera -ni la segunda, ni la tercera- vez que la cuenta @Drogoteca sufre algún tipo de bloqueo o censura, a veces provocados por grupos de usuarios que -con cierta coordinación- reportan en grupo (consiguiendo un bloqueo de unas horas a lo sumo). Marcelino Madrigal me ha pasado documentación que dice -decía en su día- que esto no es posible, pero tengo mis dudas ya que recuerdo 2 casos claros, inmediatos, en los que un grupo de personas (con un "verificado" de Twitter a la cabeza me lo hicieron en menos de 3 minutos, aunque lo resolví en sólo 10). Tampoco es la primera vez que Twitter la suspende y no argumenta motivo alguno, igual que cuando la devuelve y tampoco explica nada.

Independientemente de lo correcto o incorrecto de la suspensión de una cuenta, y dado el carácter indeterminado de dicha suspensión y la incertidumbre del proceso que se seguirá o del criterio que será aplicado a no-se-sabe-qué materia juzgada por no se sabe quién exactamente... voy a postular mi propia explicación -tras décadas de uso de redes- al respecto.

Seré breve.
Cuando se suspendió dicha cuenta, no había tenido altercado alguno con nadie (ni actividad en varias horas), pero TRAS SEGUIR A UNA 40 CUENTAS DE ESCORTS O PROSTITUTAS CON PRESENCIA ACTIVA EN TWITTER, y encontrarme hablando un asunto ajeno a mí y mis intereses (una de ellas buscaba un fotógrafo para una sesión) tuve que pasar con la charla al wasap porque la cuenta resultó bloqueada. A día de hoy y tras repasar todos los acontecimientos relativos a esa cuenta, esta es la opción que Marcelino -a quien cito en función de su conocimiento de las redes sociales- cree más probable en este momento.

¿Quedarse 15 días sin cuenta por haber seguido a "demasiadas" cuentas en un determinado momento?
Si es así, me parece un hecho vergonzoso para Twitter y que, además, no afecta sino que aporta a la hipótesis que quiero plantear.

El tanto -de la suspensión de la cuenta- se lo apuntaron varios, desde un atontao que intenta engañar al personal con un banco de semillas cuyo vídeo promocional da la risa y HABLA POR SÍ MISMO, hasta un PRESUNTO director de cine y no sé cuantas cosas más -pero que no conoce ni su madre a la hora de comer- y que había sido el origen del texto que aquí ahora cuelgo. Al menos vi apuntárselo a 5 personas -o insinuar que el hecho tenía relación con ellos y haber sido enfrentados por mí en algún momento, habiendo levantado sus iras...  ;D

Se lo apuntaron viejos enemigos, nuevos enemigos y hasta Panete el del 5º, que pasaba por allí. Hasta tal punto llegó la cosa, que en la feria de Expogrow en Irún se habló -me lo han notificado un par de fuentes- de que la suspensión de la cuenta @Drogoteca se debía (agarrarse) a que... LA POLICÍA LA INVESTIGABA POR PEDOFILIA. Ale. Y ahí te quedas.

¡¡Vaya policía que cuenta en un feria cannábica que está investigando a tal o cual tipo!! xD
Yo, realmente, no creo que sea por ninguno de ellos. Por ninguno en absoluto. 

Pero de momento, los mencionados han tenido su momento de "ejemplificación moralizante" al estilo "¿¿¿Veis lo que le ha pasado a @Drogoteca por... ***ponga usted el motivo que prefiera*** ???"

Es más, creo que hay peces algo más gordos que esos que me tienen gato, como ese director de un conocido medio, de quien yo -entre otros- he difundido que ha intentado conseguir (con todo tipo de artes y algunas ciertamente inmorales) que le den el carnet (FAPE) de periodista sin serlo, porque mientras otros hacían la carrera de periodismo, él estaba haciendo música con su grupo pijo en "La Moraleja". Si quieres carnet de periodista, Barbitas, haz la carrera como los demás, que esta vez ser el hijo de papá no te sirve. Valías más para la música, y mira que eras malo de cojones (normal que quieras que no haya más vídeos tuyos).

O una conocida "cuenta/personaje" de Twitter (algunos dicen que incluso es la misma persona -Barbitas, falso periodista- que es citado en el párrafo anterior) con quien parece ser que tuve algún tipo de enfrentamiento por allá por el añ0 2011... pero lo guardó hasta que me hice famoso y multimillonario en este 2016, y lo publicó (pues sí, CURIOSAMENTE, en el panfleto del director "Barbitas" anteriormente mencionado) el día 8 de marzo, CURIOSAMENTE día de la mujer trabajadora, para señalarme públicamente como violento machista, o algo así... lo cierto es que tampoco me molesté en leerlo: no tengo tiempo para tirar en tarados/as.

O mi CARO amiga, de nuestros queridos e hispanos maderos, que tanto cariño tiene a los usuarios de drogas y así lo muestra en la gestión de la cuenta de Twitter -pagada por todos, incluidos usuarios de drogas- de la policía.

La chica es un poco drogófoba, y su empleo y entorno también se presta a desarrollar "esos aspectos mas intolerantes de cada personalidad aportada al cuerpo" con lo que su caso es "hambre más ganas de comer".

O mis queridos amigos de la Guardia Civil, quienes a pesar de ser -a mi juicio- el mejor de los cuerpos de policía de país (cada uno habla de la feria como le va, lo sé) pues tienen bloqueadas ciertos tipos de cuentas -curiosamente también sobre drogas y derechos- desde el minuto cero (también pagados con nuestro dinero).

O la Casa Real y sus reinas, a quienes he citado en alguna ocasión (no sólo por Twitter) en lo referente a su "labor" en el ámbito que a mí me ocupa: las drogas.

Y tampoco creo que sea ninguno de ellos.
No.

NIN-GU-NO.

Mi hipótesis es muy simple: el silencio y la absoluta falta de información con la que Twitter maneja las cuentas y sus "sanciones" (ni siquiera sabemos a día de hoy si es una sanción el motivo de la suspensión de la cuenta, o si es un mecanismo automático) es, en realidad, un
acto
deliberado y consciente 
de "moderación"
en la red social.


Quiero decir que, a falta de un equipo eficaz, que gestione adecuadamente los sucesos que se producen en la red social -con escandalosa necesidad en los aspectos relativos al porno infantil, que la cuenta de @MMadrigal11 lleva denunciando años, mientras es a la vez suspendido por Twitter, si bien NUNCA se le ha comunicado razón alguna de la suspensión, repetida, de su cuenta- este tipo de suspensiones, totalmente cubiertas de incertidumbre y carentes de cualquier intención, correctora o explicativa, para que si algo ha desencadenado dicha acción sea conocido y no se repita en el futuro, son en sí mismas un elemento de moderación activa, pensada y de esta forma -con sus pros y sus contras- ejecutada.

Uno se puede acostumbrar a jugar con reglas duras o muy duras, pero no logrará sentirse "seguro" si la sensación global de tu entorno es que, cuando te cae encima "el monstruo" ya nadie sabe qué será de ti o cuándo se te volverá a ver, en caso de que vuelvas....

En estos días he podido ver cómo la gente especulaba -en privados conmigo- con todo tipo de motivos para la sanción (AUNQUE NADA DICE QUE HAYA SANCIÓN) de la cuenta, y como les hacía notar, eso también está -en teoría- teniendo un efecto de moderación sobre mí que me lo dicen y sobre ellos, que lo dicen...

Esta forma de actual, en la que Twitter suspende sin ni siquiera notificar un motivo para ello, en la que todo el mundo puede especular sobre los motivos de dicha suspensión, y dando pie a que dicha suspensión se preste -al realizarse sobre cuentas "conflictivas" por una u otra razón- a que se generen explicaciones totalmente surrealistas, no es sino "moderación oculta" al estilo del "currículum oculto" en educación, como mecanismo de moderación en Twitter.

Y creo que no es un "efecto secundario" sino parte de su modelo de negocio y gestión -mala y peor- de recursos dentro de la red social, y que a falta de una gestión que puedan justificar, esas suspensiones "deus ex-machina" que se marcan, es una forma de generar inseguridad y que está actúe sobre los comportamientos "atrevidos" como mecanismo de autocensura ("a ver si me van a joder la cuenta como a @Drogoteca...").

A mí ese tipo de conductas, y más por parte de una empresa que pretenda ser creíble en este medio, me suenan a los miedos que se instauraban en los niños, usando los cuentos infantiles para ello, con los que se creaban figuras (del "hombre del saco" al "coco") que eran usadas posteriormente para inducir miedo y educar -muy en la oscuridad, aunque muy eficientemente- a la generación siguiente.

Tal vez Twitter aspire a ser un jardín de infancia, porque en ningún caso usar el silencio y la incertidumbre como forma de "moderar sin moderación ni moderadores" resulta un comportamiento adecuado para tratar con adultos.


Tal vez, simplemente, Twitter también sufra drogofobia.


Tal vez, pueden elegir ustedes -los lectores- el motivo o razón por la que esto ha sucedido: al igual que yo, y mientras el silencio sea el "cómo" en la moderación de Twiter, todo es especulación.


Y todo eso en una red social, en la que si alguien no te gusta, simplemente lo bloqueas y listo...



Ahí lo dejo.



--


DROGOFOBIA E IGNORANCIA:
pareja de moda.

Ayer en la tarde mientras trabajaba, poco antes de irme a disfrutar de una exquisita experiencia gastronómica en el restaurante de Víctor Gutiérrez, vi a mi amigo Javier González que andaba liado por Twitter y que andaba comentando de cuestiones relativas a escritores (nada que ver con drogas). En el diálogo, aparecía un tal Luis Endera que hizo un comentario sobre el pago a los autores por sus obras, al que hice retuit y contesté ampliando al hecho de bajarse todo y no pagar nada (los autores tenemos la mala costumbre de comer, beber y respirar... y algunos, drogarnos además).

Y aquí comenzó la fiesta.
Sin haber mediado palabra -más allá de lo aquí dicho- ni conocer de nada al bulto sospechoso del Luis Endera, el tipo me envió un par de tuits (públicos). El primero decía:

“Seguid con lo vuestro @Drogoteca, que mi mujer que trata a adictos con patología dual (adicción + enfermedad mental) necesita curro.”

El segundo decía:
“Y ahora os bloqueo porque me dais mucho asco @Drogoteca.”







Y a continuación ejecutó un FALSO BLOCK, de manera que lo único que hacía era no dar la cara para que lo que se le contestase no quedase escrito tras sus tuits y ser fácilmente visible para otros, pero él se dedicó a seguir con las provocaciones e insultos (si bloqueas, so tarado... ¿para qué nos sigues leyendo, perra?), leyendo y contestando pero sin dar la cara.

Obviamente semejante comentario -propio de alguien que además de un ignorante es un fascista intolerante- levantó los ánimos de todos. ¿Qué dice el mojón-con-tuiter ese del Luis Endera?

Pues vamos a analizarlo con calma el asunto, venga.

Para empezar... ¿quién es el insecto este y por qué viene a buscar bronca -que le viene grande claramente- sin provocación previa? Las respuestas nos las dio pronto, en cuanto abrió la boca lo dejó claro: MI MUJER NECESITA CURRO.




Normal. Si te tiene que mantener a ti, Luisito. ¿No crees?
Antes de tirarme a la piscina, pregunté a un conocido director de cine español (que me pidió no ser citado, lógicamente) sobre este sujeto, ya que se anuncia como director, guionista y músico de cine (jojojo, el papel lo aguanta todo, eh Luis Endera?) y hasta se abrió su pagina en Wikipedia, para contarnos que no se llama Luis Endera sino que se llama José Luis Pérez García y que vive del cuento.

Me dijo que no, no le conocía ni le sonaba de nada (¿acaso le conocías tú? pues eso...) pero que le sonaba. Y que no le diera importancia a lo de director de cine porque aquí “director es el que dirige, estrena y cobra, no el que sólo lo pretende y vende humo como producto”. Me dijo que mirase la realidad y, ciertamente, la realidad de Luis Endera es muy triste: quiere ser muchas cosas, pero la evidencia nos dice que no es nada.

Hay muchos fantasmas que se venden como lo que no son. En este medio es muy frecuente lo de los periodistas sin serlo -ni lo soy ni quiero serlo- y no se ruborizan al anunciarse así, cada vez que tienen oportunidad. Mentir en el currículum es parte de lo que se exige para acceder al mercado laboral, y se hace. Aunque suelen ser los jóvenes lo que se ven forzados a hacerlo para fingir una experiencia inexistente, y verlo en gente que ya pasa de los 40 años, resulta triste y lamentable. Pero es lo que toca entre quienes venden humo.

Entiendo que Luis -al conocerme tanto y de tan largo tiempo- sintiera la necesidad de expresar el asco que le da la gente que -como yo- usa drogas. De hecho, cuando algunos tuiteros le increparon por su deleznable comportamiento, el tipo se reafirmó preguntando si estábamos a favor del consumo de drogas (está a ese nivel mental, sí) para acabar justificándose con que “no eran muy normalitos" y riéndose. No, normalitos no. Ya nos conocerás a fondo. :)





Interesante tipejo. A Luis Endera, presunto mastermind del cine, le dan asco quienes toman drogas, mientras vive de ello buscándole clientela a la parienta. Y deben estar jodidos de dinero, viendo con que obsesión repite lo de la clientela de su mujer y se dedica a comentar sobre los pacientes de su presunta esposa.

Pero al mismo tiempo nos anima a tomar más drogas, para que su mujer -que es de las que vive del cuento de la Patología Dual, según él mismo nos indica- pueda ganar más dinero. Lo entiendo. Yo también apoyo a mi pareja y deseo que le vaya mejor laboralmente, e incluso -si pudiera- es posible que le ayudase a ganar más dinero, desde mi lugar que en este caso sería Twitter. Pero no lo necesito para comer, y tal vez sea esa una importante diferencia, vista la insistencia del sujeto en tratar a los pacientes de su mujer como clientes que le llenan el bolsillo. ¿Quién vive de las drogas? ¿El narco... sólo? Venga, seguimos.

Entiendo que la falta de actividad resulta dañina para el ser humano y que las condiciones actuales son duras. Y que alguien que es algo -da igual qué- de verdad, no tiene tiempo para estar tirándolo en las redes sociales. ¿Por qué digo esto? Me fui a echar un vistazo al Twitter de este pelele mental y me encontré con alguien cuyos mensajes gritan “estoy más solo que la una”. Entrando en todos los temas, metiéndose en todas las conversaciones, opinando de todo con el poder que le da ser el KIE del cine en España, insultando a quienes no le han hecho nada...
Id a verlo vosotros mismos: habla por sí solo. Triste, muy triste.

De hecho, escribe compulsivamente -mirad el número de tuits por hora, da pena ver a alguien con una adicción así, tirando ficha a todo para esquivar la soledad- y borra tuits según le interesa. El tipo está claro que sabe manejar Twitter, y a Twitter, pero no su propia boca (dedos, en este caso). Digo lo de “a Twitter” porque tras el bonito encuentro, inesperado en ese neomundo que es el patio de instituto social, me fui a la cena que tenía programada: nunca dejes que un cretino te arruine una fiesta. Al volver, borracho de buen vino y mejor comida, me iba a tirar en la cama cuando vi que Twitter me había bloqueado -de nuevo, es un clásico ya- y, que esta vez, me ponía un castigo: no tuitear mientras dormía. Pos fale. ¡¡A dormir!! :)

¿Por qué me bloqueó tuiter?
Reconozco que tengo -cuando quiero- la boca del diablo, y que mi lenguaje dista mucho de ser eufónico para todos los oídos en estas situaciones que me enciendo. La ignorancia me exaspera; la intolerancia me yergue agresivo. E imagino a un pobre chico que haya tenido un problema con las drogas (o no) cayendo en las manos de la mujer de este tipo. No voy a decir nada de la señora -salvo que el enfoque de la patología dual es un timabobos (en inmenso porcentaje) para poder seguir tratando como enfermos a los usuarios de drogas, y que quien vive de engañar a otros y de su desgracia, tiene nombre y no es bonito- pero si realmente es una terapeuta y es buena, lo primero que tenía que haber logrado era adiestrar al cafre que tiene en casa.

O al menos, haberle enseñado a no hacerse caca delante de las visitas. ¿Se imagina esta señora cómo se tiene que sentir cualquiera de los pacientes que “trata” leyendo a su marido contar -entre otras cosas y datos que dio sobre pacientes de su mujer- en Twitter el asco que le dan los que usan drogas? Creo que con eso queda todo dicho, señora. Predique con el ejemplo, porque mancha mucho un personaje así, que además se ensaña con los débiles (adictos con problemas) y da muestra pública de una prepuberal falta de contención y juicio crítico, tan propios de un Korsakoff. Si es terapeuta, échele un vistazo y dedíquele 15 minutos al día. Y controle lo que hace en Internet, que a lo mejor se sorprendería. Los menores y personas que necesitan tutelaje, no deben usar Internet sin supervisión, recordadlo siempre Luisines del mundo.

La cosa es que Twitter es una empresa y que tiene sus objetivos y tal, y lo de autentificar cuentas (lo de ponerle la marquita de color azul con el visto bueno) es un negocio para ellos: es el negocio de la visibilidad y el “prestigio” de papel couché. Al ser este tipo uno de los que Twitter tiene “validados”, los tratan con cierto mimo y lameculismo que sale de lo común. De hecho, el personaje Luis Endera puede decir que lo usuarios de drogas le dan asco, y reírse de ellos mientras pide que se droguen más para que su mujer le traiga más dinerito a casa... pero cuidado con contestarle, ¿sabéis?

Es de estos que llaman a papá, y que tirando de “prestigio” (sí, ya sé que no le conocen ni en su casa a la hora de comer) intenta silenciar a quienes protestan una vergüenza de comentario que ofende al sentido común, a los usuarios de drogas y, si es persona, seguramente a su propia mujer también. Y utilizó “su poder en Twitter” para intentar que no se escuchase el asunto, que nadie supiera lo que había hecho.

Twitter me bloqueó unas horitas mientras dormía la mona y me pidió que eliminase 3 tuits, en los que le decía lindezas como “basura con forma humana de calvo tarado” y le animaba a que cerrase la boca y siguiera chupándola. U otro dónde comentábamos -se mete en temas ajenos, ojo con el pringao este- entre otros tuiteros lo que había pasado y, lógicamente, nadie hablaba bien de él. Creo que hay otras 2 cuentas que, también, ha intentado silenciar tirando de “papá Twitter”. Bah, asunto resuelto y aquí seguimos todos, a pesar de todos estos juláis hipoencefálicos.

No debe sorprender a nadie el comportamiento de Twitter, pero no lo confundáis: no lo hacen para mejorar la educación en la red, la netiquette ni nada por el estilo. Lo hacen por sus intereses y punto. Hay una persona -grande- llamada Marcelino Madrigal. Este señor lleva toda la vida luchando contra el abuso sexual en menores, especialmente en el ámbito de las redes informáticas. A mí juicio, es el mayor activista y experto en el tema, que hay en España y posiblemente uno de los mayores conocedores de estos desagradables asuntos en la red mundial.

Sin embargo, a pesar de su impagable labor, en la que no para de denunciar la inacción de la policía junto con la complicidad de Twitter -red de donde saca a diario decenas de cuentas que exhiben violaciones a niños y son jaleadas con cientos de “ME GUSTA... ver cómo violan niños.”- siendo quien tiene que poner los medios para evitar esos contenidos, Marcelino Madrigal debe tener el récord de ser el tipo más expulsado de Twitter en España: yo ya he perdido la cuenta de las veces que he tenido que seguir a otra cuenta nueva porque “papá Twitter”, una vez más, se sentía molesto cuando Marcelino le recuerda que está amparando violadores de niños, y le expulsaba otra vez, en un eterno retorno al “Gran Hermano Teta5”. Y es que la verdad duele, y para eso está Twitter cuidándonos: para que no duela tanto la borramos y silenciamos. Pregunten a Marcelino (una bellísima persona) si es falso; en la red sigue a pesar de todo.

La ética de Twitter, tanto en los temas que Marcelino denuncia como en la “moderación” de la red en la que permite que “sus protegidos” puedan decir barbaridades sin coste, es ambigua y planificada. No importa tanto el qué pero sí cuántos, y en caso de duda, la más tetuda: Twitter protege a los suyos, y estimula el famoseo de pega. Así que ellos tienen manga ancha para ir agredir verbalmente a otros, pero quienes contesten serán castigados. No mucho: lo suficiente para que ,como mecanismo conductista, la próxima vez te lo pienses antes de responder contra el gusto de algún “estrellita azul del tuiter” (aunque sea -en la realidad, IRL- tan endeble como Luis Endera). Y seguramente funcionará... con otros.

Volvemos a lo nuestro: la drogofobia.
Este tipo, que no sirve más que para ejemplo y en este caso de lo que no hay que ser, ilustra algo muy común. No sólo ocurre con lerdos calvos que chupan teta de su parienta mientras dicen ser periodistas, artistas, escritores, músicos o bomberos toreros. Hace unos días, vi a un tipo que decía en Twitter que quienes tomaban drogas, no luchaban. El contexto de la memez, era el de un pretendido punky -de pastel, decían antes, ahora son de red- que tiene un grupito de adolescentes seguidores en tuiter (de crío cualquier payaso adulto que va de bohemio intelectual puede trincar a aquellos con menos personalidad y más necesitados, y eso hacen :P) y lo de “la lucha” es un tema recurrente en su cosmogonía antisistema ficticia. Ellos luchan contra el estado, la iglesia, la guerra, las fronteras, las nucleares, el maltrato animal, el machismo, el sexismo, el racismo, el imperialismo, el capitalismo y todos los “ismos” que quieras poner. Ellos son grandes luchadores, guerreros de nuestra era, que son los que marcan la pauta a los nuevos soldados. La lucha.... ¿qué bello concepto para manipular jóvenes, eh?

No es que el punky-costra ese sea un librepensador: sólo repite una de las tonterías más clásicas de los mitos de drogas, y es la bobada de que las drogas se usan para que los jóvenes no luchen y no se rebelen (en Europa, porque en el mundo árabe la tendencia manipulando es la contraria: los jóvenes se han vuelto locos por la LSD en el agua que echó USA... dijo Gadafi, antes de que le cogieran unos a quienes les debía explicaciones).

Es un clásico que Juan Carlos Usó, el excelente historiador y vigilante del ser humano, ya desmontó en su sólido “¿Nos matan con heroína?” y que comentaremos en otra ocasión (no me olvido, JC). Pero ya se sabe que los mitos no necesitan ser verdad para ser mantenidos, y en ello siguen. Haciendo el camino: de la absoluta ignorancia a la drogofobia.

Este otro ente-inconsciente que flota en la red, iba dando o quitando el “carnet de luchador” a la gente. Él decidía y setenciaba que quienes tomaban drogas, eran unos tirados y no eran tan “antisistema” como él (se supone que no toma drogas, y me lo creo: mirad cómo anda de mal). Normalmente estos que presumen de luchadores, no mueven un dedo pero son los más visibles. Si fueran tan malos, tan antitodo y tan pisacalles, que se dejen de tuiters y feisbus y presenten -ante todos- el resultado de su lucha y trabajo. ¿Qué se oye? ¿Silencio? Es lo normal: el movimiento se demuestra andando, y estos espejismos de guerrerito... :P Ladrar mucho pero de andar, nada. El inteligente animal contestó un axioma policial (y eso que va de enemigo de la policía, pobre lerdo): “calla yonki”. Como cualquier puede notar, es el mismo perro que Luis Endera pero con otro collar.




Cabe mencionar a una chica joven, que sin problema alguno replicó al gudari de la red: “calla tú, no puedes decir que alguien no luche porque tome drogas”. Ahí está, la puta sensatez... y la tiene que poner una chavalita, menor de edad. Aprended.

Opinadores desde la barrera, tertulianos cuñadistas y punkies de tuiter.: ¡¡línea!!
Seguimos para bingo.

Para que quede claro que el mal de la DROGOFOBIA afecta a toda clase social en nuestro país, os traemos otro ejemplo más. La drogofobia es un trastorno -que sufren algunas personas por falta de formación y adolecen de capacidad para pensar e informarse antes de hablar- que conduce a la expresión pública, como acto de fe, de la absoluta ignorancia en materia de drogas. Es interesante hacer notar que, además, lo hacen en situaciones en las que les interesaría permanecer callados, para sostener la duda de si son imbéciles, antes que abrir la boca y resolverla para siempre.

En este caso -para el bingo- vamos a coger a una conocida miembro de un partido político que nació siendo de centro-izquierda (ver su texto fundacional) y acabó siendo el comodín de la derecha: Ciudadanos, y su interesante boquita en esta ocasión, Marta Rivera Cruz. La señora opina que como Seymour Hoffmann murió de sobredosis de heroína , era un estúpido.

Y hace un chiste con el tema. Cuando la gente le indica que la adicción es una enfermedad y no un motivo de chanza, ella contesta irónicamente que “sí, como el cáncer o la esclerosis”. Y remata burlándose de quienes sufren adicción diciendo que “siente que no le produzcan tanta empatía como otros enfermos”. Termina diciendo que hay enfermedades que uno se las busca y que sí, que hay enfermos de primera y de segunda clase, contestando a otra persona que le increpa. La guinda es decir que por ser consumidor de drogas, el fallecido actor, era un imbécil. Asín y después gloria.

Esta tipa, que cuando veáis la foto sabréis quién es y podréis empatizar con mi náusea en este momento que la tengo delante, está en un partido político -el del señor Albert Rivera e Inés Arrimadas- que aspira a tocar moqueta (ya tiene representación y quieren más) y puede acabar influyendo en las leyes, por desgracia si es con esta mentalidad. Y eso nos pone en peligro a todos: tomemos drogas o no, tener un miserable o un ignorante en el poder o legislando, sólo asegura desgracias. Espero que el equipo de formación de Ciudadanos evite que sus miembros dejen claro lo que son, a la primera de cambio: así no podréis ganar, coño.




Y terminamos.

La drogofobia es un mal común en nuestro país. No es mas que la consecuencia de décadas de campañas de desinformación -pagadas con dinero de todos, para más INRI- de mano de la FAD y del PNSD, con la servil anuencia de TODA la prensa (ver integrantes de la FAD y el “pacto de medios” que se hizo hace décadas) que no se molestó en cuestionar, leer e informarse en otras fuentes y ser realmente prensa (independientes y veraces). Las consecuencias las pagamos todos también, cuando por nuestra falta de conocimiento -intencionalmente provocado- nos tenemos que enfrentar a la toma de decisiones sobre las que no tenemos datos reales, sino mentiras y miedos patrocinados por el estado.

Así se generaron estos personajes que aquí os hemos mostrado: nadando en la ignorancia, recurriendo al tópico y a lo que han escuchado, o como Pedro Sánchez cuando dice que las drogas son tan importantes que no hay que hablar de ellas en la campaña electoral y que él "no sabe nada del tema, pero le han dicho que no hay que legalizarlas”: ejemplos del mejor cuñadismo como expresión de país y unidad.

Evitadles, ignoradles, seguid vuestra propia agenda.
No podemos seguir sufriendo la ignorancia de otros, menos cuando nos va la libertad de elección y conciencia en ello.

¿Su drogofobia? Tu risamanía.
Y a pasar todos un buen día. :))